COMO DEBO COMPARTIR EL EVANGELIO

Una de las primeras enseñanzas que recibimos empezando nuestra vida de fe es lo que el Señor nos ordena en el evangelio de Mateo caítulo 28 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”  es algo que se nos repite  constantemente, la pregunta es cómo debo hacerlo?

Un gran error de algunas congregaciones o iglesias locales es la de prohibir al nuevo creyente de compartir el evangelio o hablar a otra persona  testificando lo que el Señor ha hecho en el porqué, según  ellas, no está “preparado”, pero si vamos a las escrituras el Señor comisionó a sus discípulos para predicar el evangelio del reino de los cielos y los envía sin llevar mucho tiempo con él,  sin embargo les mostraba con su ejemplo como él lo hacía. (Lucas 8)

Lo que debemos tener claro es que si Dios por medio de Jesucristo nos permitió conocerlo (Juan 17:3) y acercarnos a él para tener la comunión, ya no es posible ser iguales, sino que nuestras vidas tendrá un propósito eterno más alto, es lo que la biblia llama una conversión, nos volvimos de nuestro camino al de él,  es decir volvimos a la vida espiritual.  Ahora esa potestad de tener vida espiritual nos comisiona para un fin: “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos, y a quienes se los retuviereis, les son retenidos” Juan 20:23

En el verso 22 del evangelio de Juan capítulo 20 el Señor ya resucitado les da el Espíritu Santo y con él la autoridad para predicar el evangelio y el poder para que todos los que creyeren en él (Jesús)  le sean perdonados (remitidos) los pecados, y a todos los que no creyeren, no le sean perdonados (retenidos).

Esta capacidad sobrenatural de remitir el pecado por medio de la predicación del evangelio es netamente del Espíritu:  ^“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:63  “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho”. Juan 14:26

Es decir la primera forma de hacer discípulos es compartir el evangelio o las nuevas de salvación: Que en él tendrán perdón de pecados y vida eterna, una vez entiendan este principio y reconozcan el perdón de los pecados por medio de la obra redentora de Jesucristo en la cruz, estarán listos para recibir la vida espiritual por medio de escuchar la palabra de Dios, (Juan 6:63) de ahí en adelante estarán en la capacidad de seguir al Señor y ser sus discípulos para hacer lo mismo.

Como desarrollar esa misión? La mente de un Cristiano puede jugar malas pasadas si no permite que sea Dios mismo por medio de su Espíritu quien le guie en la tarea de la predicación, es posible que alguien pueda, en su afán de convencer al no creyente, caer en la condenación, pero olvidamos que es el mismo Espíritu de Dios quien convence de pecado de justicia y de juicio.

En los primeros años del cristianismo se narra la forma como el apóstol Pablo logra compartir el evangelio en Atenas, sus palabras fueron: “Atenienses: resulta a todas luces evidente que ustedes son muy religiosos.  Lo prueba el hecho de que, mientras deambulaba por la ciudad contemplando los monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: “Al dios desconocido”. Pues al que ustedes adoran sin conocerlo, a ese les vengo a anunciar.  Es el Dios que ha creado el universo y todo lo que en él existe; siendo como es el Señor de cielos y tierra, no habita en templos construidos por hombres…Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan…” Hechos 17:22-30.  (Como era de esperarse algunos creyeron y otros no).

Es impresionante como el Apóstol Pablo Inspirado por el Espíritu logra llevar a estos atenienses al arrepentimiento desde su misma cultura y desde su misma religiosidad, el Señor anticipando esto, les termina diciendo a sus discípulos cuando los comisiona para predicar: “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas”. Mateo 10:16.

Entonces como debemos compartir el evangelio?

1. Ser astutos para utilizar todos los recursos y sencillos en la exposición de la verdad del evangelio, allí está la primera clave, desde cualquier argumentación o pensamiento religioso o intelectual se puede iniciar la predicación.
2. Sin condenar, el propósito de la ley es mostrar nuestra condición delante de Dios, (Romanos 3:19), así que no es necesario entrar en diferencias que es bueno o malo, toda persona reconoce que no puede cumplir toda la ley aun la de los hombres; el poder del evangelio radica en este punto, Dios no envío a su hijo a Condenar sino a salvar.  (Romanos 1:16)

No olvidemos  que las riquezas de la benignidad, paciencia y longanimidad  del mismo Dios nos atrajeron al arrepentimiento. Romanos 2:4

3. La predicación del evangelio siempre debe llevar al no creyente a tener su encuentro con Jesucristo, la escritura es el medio para dar testimonio del Cristo, el hijo del Dios viviente, solo es por la Fe en él que podemos tener la reconciliación, es por medio del perdón de los pecados; no es posible enfocarnos en nada distinto (Hechos 10:37-44). (Juan 5:37-40) No podemos utilizar la escritura como un manual para pedirle a las personas no creyentes a cambiar su conducta o moral, es compartiendo quien es Jesucristo y que en él hay perdón de pecados, una vez le conozcan, entonces, solo entonces, por medio de su palabra, tendrán la vida espiritual.